RELACIONES HUMANAS



Gratitud


A veces la vida puede pasarse entre quejidos y deseos insatisfechos, lamentaciones por el día, por la noche, por el frío, por el calor, por la vecina de enfrente que no barrió su lado de la calle, porque el jugo fue preparado sin suficiente azúcar, porque el chofer del autobús frenó sin avisar, porque el presidente sube o baja el dólar, porque el regalo que nos dieron no era de nuestro agrado, etc, la lista podría ser interminable y probablemente en igual número que las personas que se encuentran a nuestro alrededor.


El día puede ser un poco caluroso más su esplendor solo puede hablarnos de la calidez de alguien que pensó en abrigarnos y permitirnos sentir la vida a través de sus rayos, la noche puede ser un poco fría, sin embargo nos permite descansar para reponer la energía desgastada en un arduo día de trabajo, el agua que cae refresca y alivia la sed de la tierra, la nutre, la acaricia para dejar que la vida vuelva a nacer, el chofer del carro hace su esfuerzo y por él llegamos a nuestro destino, el jugo quizá no tenga el contenido exacto de azúcar más el que lo hizo puso en ese acto su esfuerzo, la vecina quizá no barra la calle más, su legado de entrega se estará imprimiendo en actos que aunque no los observemos están allí, el dólar sube o baja según sea su destino o quizá el nuestro, más no puede comprar o regatear la actitud de agradecimiento y gratitud ante la vida, su creador y los seres humanos que nos rodean o que estuvieron en un momento dado en nuestro camino dejando lecciones que nos permitieron evolucionar y ser quienes somos.


Recuerda quién le cambió los pañales, quién con paciencia le enseñó a caminar, quién le ayudó a dibujar las primeras letras, quién cooperó para que sacara una buena calificación y así pasar el año escolar, quién lo abrazaba para consolarlo o sencillamente brindarle calor, quién le dió una palabra de aliento o quién con su ”mala pasada” le enseñó a ser fuerte, recuerda a la tendera, al barrendero, al que cultiva la tierra y hace que sea posible que tenga alimentos en su mesa, al que le dió el trabajo, al que conduce el bus, al policía de la esquina, a la mesera, etc, todas esa personas realizaron su trabajo y cooperaron para que usted pueda realizar el suyo.


La vida misma nos fue entregada a través del sacrificio de otro ser, quien tuvo la valentía de concebirnos y tolerarnos durante nueve meses dentro de sí y quien sabe por cuantos años más, la gratitud es entonces, la actitud del corazón que nos haría bien cultivar sabiéndonos solo una pieza en el engranaje universal…


María Inés Jaramillo B.

Psicóloga-Oidaterapeuta